El corazón de las tinieblas es un titulo que expresa de forma precisa la forma y el contenido de los diferentes escenarios que se describen en el libro.
Marlow, el protagonista de la obra, comienza contando a la tripulación del barco con el cual está recorriendo el Támesis sus impresiones y experiencias en su viaje a tierras africanas. Llega a ese nuevo mundo para realizar su función como capitán de barco e inicia una travesía que hará que afloren en él una serie de sentimientos que marcarán su viaje.
La densa selva que crece a lo largo del río es salvaje, misteriosa e infunde temor. Es como un mundo aparte del que no se conoce nada y es capaz de cambiar por completo a las personas que se encuentran a su alrededor. Dicha selva y todo lo que infunde se convierte en un aspecto muy importante a lo largo de la historia y podríamos incluso considerarlo como un personaje más, ya que parece que tenga vida propia.
Desde prácticamente el comienzo del relato el sentimiento de soledad que viven los personajes, especialmente Kurtz, un agente de la compañía que trabaja para la obtención de marfil, se hace más tangible cuando se ponen en contacto con el misterioso mundo en forma de selva que les rodea. Esta situación provoca una búsqueda en el interior del ser humano, que saca a la luz su lado más salvaje, corrompido en gran medida por el poder de la selva.
Por su lado, cabe mencionar la ausencia de leyes y normas en estos territorios. Es un aspecto que dota a la persona de una libertad plena en un mundo donde no hay límites y que puede conducir al ser humano a su propio aislamiento. Esta manera de apartarse de una vida dirigida por pautas hace que sea vulnerable a los poderes que emanan de la selva que aprovechan la soledad de la persona para entrar en su interior y manipularlo a su placer.
La integridad de cada persona se convierte, por lo tanto, en algo clave para no sucumbir a la soledad y todo lo que dicha soledad acarrea. Y digo esto porque no todo el mundo se deja llevar por el lado salvaje y oscuro de este territorio. Marlow, al contrario que Kurtz, consigue evitar que la selva se apropie de él de una forma completa aunque, como él mismo reconoce, había cambiado desde su llegada y no volvería a ser el mismo. Kurtz, en cambio, se deja llevar desesperado por el aislamiento en el que se encuentra rodeado por un mundo tenebroso que le envuelve. Más adelante se convertiría en una especie de ídolo entre los indígenas que habitan en la selva. En este momento en el cual Kurtz toma contacto con ellos, la selva se habrá adueñado de él en su totalidad.
Como conclusión, me gustaría destacar de nuevo la vulnerabilidad que nace de la soledad. En un mundo impregnado de influencias que aparecen de todo lo que rodea a la persona, el principal enemigo es esa incomunicación y ese abandono que sufre el ser humano que provoca que su integridad se vea dañada y se convierta en una persona débil y fácil de manejar. Es en ese instante cuando llegan a nuestro corazón las tinieblas del mundo exterior.
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